Los usos habituales de los recubrimientos de cemento osmótico contemplan situaciones en las que se debe evitar que el líquido “salga” (figuras A y D) y aplicaciones en las que se debe evitar que el líquido “entre” (figuras B y C).
El resultado son condiciones de operación sometidas a empuje hidrostático positivo (empuje) y empuje hidrostático negativo (contra empuje) .
En las siguientes imágenes:
La condición de empuje hidrostático positivo (empuje) ocurre cuando el líquido ejerce presión directamente sobre el recubrimiento, que luego se comprime sobre el soporte: imágenes A y B;
La condición de empuje hidrostático negativo (contra empuje), ocurre cuando el líquido ejerce presión en la interfaz de adhesión del recubrimiento ejerciendo presión destinada a separar el recubrimiento del soporte: imágenes C y D.
Nota : en las imágenes, el revestimiento osmótico se indica con la letra (O).
Mientras que en presencia de empujes hidrostáticos positivos (1), la característica más importante es la impermeabilidad intrínseca, en presencia de empujes hidrostáticos negativos (2) , como en el caso de movimientos estructurales, es la adhesión al soporte lo que asume un valor fundamental.
Para lograr el rendimiento total de los productos de impermeabilización cementosos osmóticos, especialmente en el contraataque, la porosidad del soporte (que en concreto es de aproximadamente 200,000,000/m²), es un recurso que debe “abrirse” a la difusión osmótica!